¿Quiénes somos?


No somos los más rápidos, ni los más técnicos, ni los que mejor suben, ni los que mejor bajan, ni los que más kilómetros hacen, ni los que más pulsaciones alcanzan, ni los que mejores bicicletas tienen, ni los que más entrenan, ni los que mejor saltan, ni los que mejor derrapan, ni los que mejores caballitos hacen, ni los que mejor pasan por trialeras, ni los que mejor vadean ríos y arroyos, ni siquiera los que mejor se toman las cañas de después. Somos todo lo contrario, somos diferentes, somos perdedores.

lunes, 30 de noviembre de 2015

El Escorial - Zarzalejo por la silla de Felipe II - 30/11/2015

Parece ser que el invierno no quiere llegar definitivamente. Nos sigue ofreciendo treguas que aprovechamos para salir a montar en bicicleta. En esta ocasión exploramos los caminos entre El Escorial y Zarzalejo.


Y en esta ocasión fuimos tres los perdedores que ni cortos ni perezosos (bueno... un poco de pereza sí que da levantarse a las 8:00 para pasar frío encima de la bici) nos presentamos en el aparcamiento que hay en la M505 a la altura de la silla de Felipe II para seguir un track descargado de wikiloc y que unía El Escorial con Zarzalejo. Hacía frío, ciertamente, pero después de subir hasta la silla de Felipe II entramos en calor.

El track puede descargarse de Wikiloc
Fueron poco más de 200 metros de desnivel en apenas dos kilómetros... lo mejor para calentar las piernas. Pero subiendo a ritmo tranquilo, admirando el paisaje que nos regala un día de otoño soleado y manteniendo una charla distendida la ascensión se hace llevadera, Más aún si se rueda por una carretera asfaltada.


Tras la ascensión inicial la ruta apunta hacia abajo. Unos ocho kilómetros de pistas y divertidos senderos, algunos de ellos realmente técnicos. Nos encontramos multitud de ciclistas y senderistas que, como nosotros, han querido aprovechar el excelente día para pasear por la montaña.

  
Poco a poco nos vamos aproximando a Zarzalejo. Cada poco tiempo consultamos el GPS. Es una zona que no conocemos bien pero gracias a Oruxmaps y al excelente sentido la la orientación de Jesús no nos perdemos en ningún momento. Os lo dice uno que se ha perdido siguiendo una ruta marcada con señales cada 100 metros...


Se nota que es una zona muy frecuentada por ciclistas porque los senderos se encuentran muy limpios de vegetación y piedras. Jesús hace un símil que considero válido. Esta zona debe ser a los vecinos de El Escorial, Zarzalejo y San Lorenzo de El Escoral como la Casa de Campo para los vecinos de Madrid.

Raúl y Jesús sacaban partido de sus bicicletas dobles en los senderos, si bien Jesús hacía constantemente tope con el amortiguador por llevarlo bajo de presión. Especialmente Raúl que buscaba cualquier irregularidad en el camino para despegar las ruedas del suelo. Yo, con mi bicicleta rígida, necesitaba tirar más de brazos y piernas para absorver las irregularidades del terreno. Hasta el punto de que tras golpear con una piedra en una bajada empecé a notar que el freno trasero rozaba de forma constante con la pastilla. Por suerte no hubo ni pinchazos ni reventones que lamentar.

  
Hacia la mitad de la ruta se empieza a ver a lo lejos la localidad de Zarzalejo. Como soy un poco desastre interpreto que es el punto medio de nuestra ruta... y me agobio un poco pensando que todavía tenemos que llegar hasta el pueblo para luego hacer el mismo número de kilometros de vuelta. Lo confieso, no me empollé el track. De manera que me como una barrita para evitar la pájara, hago de tripas corazón y continúo dando pedales.


Se nos hacía tarde. No tuvimos que parar para solucionar ningún percance pero las constantes paradas para mirar el GPS y el ritmo pachanguero que llevamos en las subidas y los llaneos hacian que no nos cundieran los kilómetros, así que justo a la entrada de Zarzalejo decidimos recortar el recorrido original para tomar un atajo.


Atravesamos Zarzalejo por la travesía principal para tomar una calzada romana que nos pondría de nuevo en dirección hacia El Escorial con una subida que en ocasiones nos obligaba a apretar los dientes.


Todo lo que hemos estado bajando hay que volver a subirlo...menos mal que entre subida y subida la ruta nos regala tramos de sendero muy divertidos.


Y asi, como quien no quiere la cosa, cuando queremos darnos cuenta estamos de nuevo en la silla de Felipe II... dispuestos a afrontar los senderos de bajada que hemos ido viendo con admiración cuando subíamos.


Raúl se encontraba en su salsa. Bajando a tumba abierta. A Jesús y a mi, lo reconozco, nos podía el miedo en según qué pasos. Y digo el miedo porque estoy convencido de que técnicamente estamos capacitados para bajar esos senderos... otra cosa es que el valor nos acompañe. Y al menos este día no nos acompañó. No pasa nada por dos motivos: el primero es que somos perdedores y está en nuestra condición encojernos ante las adversisades. El segundo es que los senderos seguiran estando ahí por mucho tiempo y tendremos más ocasiones para tirarnos por ellos... o para volver a acojonarnos... ya veremos.