¿Quiénes somos?


No somos los más rápidos, ni los más técnicos, ni los que mejor suben, ni los que mejor bajan, ni los que más kilómetros hacen, ni los que más pulsaciones alcanzan, ni los que mejores bicicletas tienen, ni los que más entrenan, ni los que mejor saltan, ni los que mejor derrapan, ni los que mejores caballitos hacen, ni los que mejor pasan por trialeras, ni los que mejor vadean ríos y arroyos, ni siquiera los que mejor se toman las cañas de después. Somos todo lo contrario, somos diferentes, somos perdedores.

viernes, 6 de marzo de 2015

Specialized FSR Enduro 2001

Hace unos años tuve una Specialized Enduro de las primeras que sacaron. Al encontrar una foto de la bicicleta rebuscando en el PC he pensado que se merece una entrada en el blog.


Monté la bicicleta componente a componente. Compré el cuadro con amortiguador, juego de pedalier, tija y dirección y terminé de montarlo con una horquilla SR Suntour XC Pro de recorrido variable desde el manillar entre 60mm y 140mm y unas ruedas Mavic Crossride tan bonitas como pesadas. Para el resto de la transmisión y frenos elegí Shimano Deore y para los periféricos On-Off. Nada de lujos, pero quedó resultona.

El cuadro, de aluminio A1, venía con un amortiguador de muelle FOX Vanilla. No era mal amortiguador. Era bloqueable y ajustable en precarga y rebote. Además el cuadro incorporaba un casquillo (en la siguiente foto puede verse. Es de color rosa y está en la bieleta) que podía colocarse de varias maneras para variar el recorrido de la suspensión hasta un máximo de 116mm. Hoy en día sería ridículo una bicicleta de enduro con ese recorrido de suspensión. De hecho la Specialized Enduro actual tiene 155mm y la Epic, de XC, 100mm.


Cuando utilizaba la bicicleta con este amortiguador no me sentía cómodo. Soy peso pluma y el muelle, por dureza, no era el más adecuado para mi. Notaba la bici muy poco absorbente y algo rebotona. No me gustaba y decidí cambiar el amortiguador por un Rock Shox SID de aire con cámara positiva y negativa y ajuste de rebote.


Una vez configurado el SAG para este nuevo amortiguador el comportamiento de la bicicleta cambió completamente. No era posible bloquearlo, pero en cambio el confort aumentó considerablemente. Ahora sí me encontraba a gusto con la bicicleta.

Acabé desmontandola y vendiéndola por piezas. No la usaba demasiado y me daba mucha rabia tener una bicicleta como esta cogiendo polvo. Pero la verdad es que me divertía más con una Conor WRC3 rígida que tenía por entonces y que pesaba como 3Kg menos. Os parecerá raro pero fue así. Me sirvió para saber lo que es montar en una doble. Aprecié sobre todo su comodidad y su capacidad bajadora... pero de momento me quedo con las rígidas (aunque algún día tendré una Epic bien ligerita).

domingo, 1 de marzo de 2015

Kona Explosif

Mentiría si afirmara que he cumplido con un sueño de juventud. Cuando empecé a montar en bicicleta de montaña Kona estaba en su mejor momento, pero no era la marca que más llamaba mi atención. Fue con el paso de los años y a base de visitar el subforo de clásicas de ForoMTB cuando comencé a fijarme en esos excelentes cuadros de acero, con esos marcados sloopings adelantados a su época, en esas horquillas rígidas Project Two tan características, en esas potencias Velocity... Podría decirse que lo que sí he hecho realidad ha sido un sueño de adulto porque con algo de suerte he podido hacerme con una Kona Explosif, el modelo tope de gama en acero de la época dorada de la marca norteamericana.

Kona sigue viva y el modelo Explosif también. Se sigue fabricando con cuadro de acero, de hecho, pero ya no es el buque insignia de competición de la firma, ya no es una pura sangre de carreras, ahora la Explosif mantiene su exclusividad por ser una bici rígida para todo uso, premiando la diversión por encima del rendimiento. Pero eso es otra historia.

Nunca pensé que pudiera hacerme con este modelo en concreto. Están realmente cotizadas, pero he tenido la suerte de estar en el lugar y el momento adecuado. Tenía unos cuantos componentes de buena calidad y la idea de hacerme con un cuadro decente para montar una bicicleta con ellos. De vez en cuando ojeaba las páginas de venta de segunda mano y los foros de compra-venta hasta que un buen día vi anunciado un cuadro Kona Explosif en bastante buen estado estético y con el extra de llevar montados juego de pedalier, desviador, tija de sillín y juego de dirección. Además estaba en mi ciudad y era de mi talla. Y el precio era realmente atractivo. Es como si el vendedor hubiera puesto el anuncio para mi.





Tardé poco en ponerme en contacto con él y concretar una cita para cerrar el trato. No podía creérmelo. Tenía en casa un cuadro Kona Explosif de acero Tange Ultimate Ultrastrong. Ya he tenido otros cuadros de acero, de CroMo para ser exactos, pero nunca de este nivel. Es realmente ligero y rebosa calidad.




Reconozco que me daba un poco de miedo que este proyecto se me fuera de las manos económicamente. El cuadro me había salido barato, pero una Kona Explosif, por respeto a lo que significó, no puede montarse de cualquier manera. Había adquirido la responsabilidad de montarla con componentes acordes en calidad... y además contemporáneos... tarea difícil y potencialmente cara. Pero la suerte seguía de mi lado y en pocos días encontré una horquilla que le venía al pelo: una Rock Shox Judy XC de 60mm de recorrido. Los más puristas dirán que tenía que haberme hecho con una horquilla Project Two de Kona, pero como buen perdedor reconozco ser un poco flojo y con horquilla rígida los brazos ya no me aguantan.

Si el estado del cuadro, tras casi 20 años, era relativamente bueno no daba crédito al estado de la horquilla que además de ser para dirección ahead y tener el tubo de dirección lo suficientemente largo no tenía, literalmente, ni una sola picada. Es como su hubiera estado guardad desde el día que se compró. De hecho no tenía ni araña instalada, así que no descarto que así sea. Además el vendedor me regaló dos manillares, una potencia y el manual de instrucciones original junto a un juego de recambio de elastómeros y grasa de montaje, kit que se entregaba al comprar la horquilla.




Pretendía utilizar un juego de ruedas Mavic Crossmax del que dispongo y que desmonté de otra bicicleta a la que monté frenos de disco. Unos Avid Single Digit 7 se encargarían provisionalmente de la frenada a la espera de recuperar, sin prisa, un juego de V-brake XT de las primeras ediciones que tengo prestados a un amigo. Dirección (Cane Creek), manillar (Bontrager Race Lite) y potencia (Coda 130mm) me había proporcionado los amables vendedores de cuadro y horquilla de manera que solo faltaba completar el sistema de transmisión. Y ahí el asunto estaba clarísimo: Shimano Deore XT 8v. En esta ocasión tuve que poner un anuncio de "se busca" y a los pocos días me hicieron una oferta muy razonable por un juego de pulsadores de cambio y freno integrados... con un tercero de regalo (mi buena suerte continuaba).




Lo que más me costó fue encontrar un cambio trasero... y cuando lo encontré el vendedor no me había advertido de que le faltaba el tornillo que hace de prisionero del cable y el tensor que sirve para ajustarlo. Pude solventar estos problemas usando estas piezas de otras piezas de transmisión que tengo guardadas y que a falta de tener calidad suficiente han cumplido con su misión haciendo de donantes para este proyecto.




Mi idea original era montar la bici con un sillín Selle Italia Flite de la época pero me encontré con un anuncio de un San Marco Expedia también veterano y que venía con una tija O-BEAM, fabricada para Kona por Kalloy y que para mi desgracia no es del diámetro que acepta el cuadro. Aún sabiéndolo compré tija+sillín aprovechando el excelente precio del conjunto.




Y para terminar, cadena y cassette los compré nuevos (SRAM y de gama inferior, disculpad a este pobre pecador), cubiertas unas ligerísimas Maxxis Larsen TT en medida 1,9 y unos pedales shimano SPD normalitos.

En unas tres horas de indescriptible diversión y emoción la bicicleta estaba montada.




Solo he tenido tiempo de probarla en un par de ocasiones. Primero en la Casa de Campo y posteriormente en una ruta sencilla por pistas con buen firme. Me gustaría tener criterio (o sensibilidad) suficiente como para poder hacer un análisis de la dulzura del acero, de su rigidez, de su geometría, de su capacidad escaladora o descendedora... pero, lo siento, no llego a tanto y eso que llevo practicando este deporte mucho tiempo y he probado unas cuantas bicicletas ya.




Sí puedo deciros que la postura a que me obliga la potencia de 130mm en conjunto con el manillar plano se me hace demasiado tumbada, acostumbrado ya a manillares de doble altura y potencias más benevolentes con mi cuello. La horquilla, a pesar de tener tantos años, funciona perfectamente. Una suerte. La transmisión también va fina y los frenos, bien ajustados, frenan de maravilla. Me llama también mucho la atención que lleva roscas en tirantes y punteras para instalar un portabultos... en una bicicleta de competición de XC de hoy en día sería impensable. Pero claro... antes las bicicletas valían para todo.




Las Maxxis Larsen TT son buenas rodadoras y bajando por terreno seco no he echado en falta agarre en curvas. El sillín y mi culo no se acaban de entender... pero es cuestión de tiempo.




Tengo en mente cambiar la potencia por otra más corta. Me fastidia, pero lo necesito. Los cierres de las ruedas que veis en las fotos también son provisionales, ya tengo encargados unos más discretos. Y no descarto hacerme con una tija recta, todo se andará.

Por lo demás, estoy encantado. Ir montado en ella, mirar para abajo y ver las letras de Kona Explosif me saca una sonrisa. No voy a adelantar a nadie con ella, ni subiendo ni bajando porque siempre he dicho que lo que importan son las piernas. No hago justicia a su carácter racing, lo sé. Pero... ¿Para qué quiero ir rápido? ¿Para llegar antes y tener que bajarme de mi KONA EXPLOSIF? Prefiero quedarme encima un ratito más.