Etapa 3 –Baena – Córdoba:
Día 24 de Octubre de 2014, Baena:
Empezaba el último día de travesía, nos levantamos temprano,
ante nosotros en teoría una etapa sencilla de mucho llaneo y descenso.
Salimos a desayunar, en esta ocasión un café con “porras” en
una churrería que había en una terraza.
Tras esto volvimos al Hostal, nos pusimos la equipación,
colocamos el carro y a rodar, esta vez unos 58 km con 700 metros de desnivel
acumulado.
Desde el inicio, un descenso continuo de unos 8 kilómetros
por pista con buen firme, esto sí que es rodar, termina la pista y entramos en
una carretera de servidumbre, estrecha pero con buen asfalto, no se hace
difícil mantener una velocidad de más de 18 por hora de forma continuada por lo
que devoramos kilómetros sin darnos cuenta.
En el kilómetro veinte y mucho antes de lo esperado en
tiempo llegamos a Castro del Río, llevamos poco más de una hora y ya hemos
hecho casi media etapa, esto nos anima. Hemos llegado a esta localidad con una
media de 18,5 en estos 20 primeros kilómetros.
Visitamos el ayuntamiento y con ello la oficina de turismo,
vamos a sellar de nuevo la credencial.
Es pronto para comer por lo que nos tomamos un refresco y
aprovechamos un supermercado para comprar algo para comer por el camino, un
poco de embutido y agua, según nuestro mapa no encontraremos ninguna localidad
intermedia hasta llegar a córdoba por lo que llenamos nuestras botellas de la
bici y cargamos otras dos en el carro.
En ese momento también aprovechamos y cambiamos el sillín a
Susana, quiere probar con otro a ver qué tal, el culo se resiente.
En este punto, y desde el principio del camino se nos
plateaba una duda, había peregrinos que hacían el camino uniendo directamente
Castro del Río con Córdoba y otros que lo enlazaban pasando por Espejo-Santa
Cruz.
Por más información que buscamos no encontramos nada en
dónde nos indicara que alternativa tomar o dónde se bifurcaba el camino,
llamamos a asociaciones del camino, a ayuntamientos y aun así llegamos con la
duda hasta este punto, pero de pronto se resolvieron todos: El camino de
Santiago tiene dos rutas en este punto:
Nosotros elegimos el tramo de 36 Km, en teoría era sencillo
y más rápido.
Continuamos pedaleando y comienza una fuerte pendiente de un
cerro justo después de Castro del Río. Lo salvamos sin mayores dificultades y
comienza un sube/baja rompepiernas, el calor aprieta, es octubre pero el
termómetro se mantiene a más de 30 grados.
Recorremos caminos anchos rodeados de olivos y los
kilómetros van pasando.
En un momento dado paramos a comer a la sombra de unos
olivos, nos tumbamos un rato, estamos cansados pero todavía quedan unos 15
kilómetros.
Llega un momento en el que el calor es insoportable, el agua
se está agotando, y lo poco que tenemos parece una sopa más que agua, no
encontramos restos de civilización, ningún cortijo está habitado y no hay forma
de conseguir agua.
Seguimos avanzando y comenzamos a ver Córdoba a lo lejos,
esto nos anima, sabemos que nos quedan 10 kilómetros pero el reto está casi conseguido.
Del agua ya no queda nada y (al menos yo) quiero beberme una fuente hasta
agotarla.
Por fin llegamos a Córdoba, cruzamos el puente Romano que
cruza el Guadalquivir, justo allí, en el paseo, una fuente se ilumina con luz
propia y conseguimos calmar nuestra sed.
Ha sido una etapa más dura de lo esperado, el motivo
principal ha sido el calor que nos ha acompañado toda la jornada y que en
momentos nos hacía desesperar.
Recorremos el centro de Córdoba con nuestras bicis en busca
del coche que dejamos aparcado hace ya casi una semana, está allí, en el mismo
sitio y sin ningún tipo de problema. Todo parece salir bien.
De camino al coche nos encontramos con una Feria, decidimos
tomar allí una ración antes de desmontar las bicis y dirigirnos al Hotel.
La exposición no podía ser de otra cosa “Feria del Marisco
Gallego” parece que hemos llegado a Santiago.
Al final han salido 61 kilómetros con 750 metros de desnivel
pero hemos llegado a nuestro destino.